Corre una suave brisa por mi cabello. Empiezo mi sesión de juego en unos arbustos cercanos a las tiendas de la pista aérea internacional. Al parecer no hay nadie cerca y mis compañeros tratan de sobrevivir por la zona más sur de Chernarus, cerca de Balota. Un nuevo Merchenario entra al juego, la mañana promete...
Una vez decido dirigirme hacia el sur, me decanto por bordear la pista por el oeste, lejos de cualquier ojo que esté vigilando la pista. Todo estaba demasiado tranquilo. Cuando ya llevo medio campo recorrido avisto humo en una zona muy cercana de la zona de tiendas, algo muy jugoso para cualquier superviviente. Mis ojos no daban crédito, no era uno si no ¡tres! los supervivientes que saqueaban el fortuito lugar del accidente aéreo. Sin bacilar, me dirijo hacia ellos y aviso a mis compañeros para que me echen un cable.
Una vez cerca del muro - y mis amigos ya en camino -, empiezo a rastrear a mi presa, cantando sus movimientos a mis compañeros por radio. Los he perdido... me dirijo hacia tiendas con el AKM empuñada, con la precaución de dejar mi mochila escondida para resultar menos visible. Los noto cerca, muy cerca... tanto que al girar la cabeza tenía a uno de ellos a apenas 40 metros saqueando las tiendas. Mi pulso se acelera, me pongo nervioso. No me ha visto, me sereno y cojo una buena posición detrás de los restos de un blindado. Lo tengo a tiro, pero no se donde está el resto de ellos, así que decido esperar. Como si de una broma se tratase, el superviviente, que ignoraba que lo estaba siguiendo, me lleva hasta sus 2 compañeros. Sigo solo, mis Merchenarios aun no han llegado... Por mi cabeza pasan muchas ideas, pero al final decido que no puedo dejarlos escapar y abro fuego ¡ Ratatatata ! juraba mi AKM. Uno de ellos cae desplomado en el suelo mientras los otros dos corren a esconderse. Sorprendidos se desperdigan por el campamento mientras yo corro hacia una de las grandes torres camufladas cercanas.
Una vez decido dirigirme hacia el sur, me decanto por bordear la pista por el oeste, lejos de cualquier ojo que esté vigilando la pista. Todo estaba demasiado tranquilo. Cuando ya llevo medio campo recorrido avisto humo en una zona muy cercana de la zona de tiendas, algo muy jugoso para cualquier superviviente. Mis ojos no daban crédito, no era uno si no ¡tres! los supervivientes que saqueaban el fortuito lugar del accidente aéreo. Sin bacilar, me dirijo hacia ellos y aviso a mis compañeros para que me echen un cable.
Una vez cerca del muro - y mis amigos ya en camino -, empiezo a rastrear a mi presa, cantando sus movimientos a mis compañeros por radio. Los he perdido... me dirijo hacia tiendas con el AKM empuñada, con la precaución de dejar mi mochila escondida para resultar menos visible. Los noto cerca, muy cerca... tanto que al girar la cabeza tenía a uno de ellos a apenas 40 metros saqueando las tiendas. Mi pulso se acelera, me pongo nervioso. No me ha visto, me sereno y cojo una buena posición detrás de los restos de un blindado. Lo tengo a tiro, pero no se donde está el resto de ellos, así que decido esperar. Como si de una broma se tratase, el superviviente, que ignoraba que lo estaba siguiendo, me lleva hasta sus 2 compañeros. Sigo solo, mis Merchenarios aun no han llegado... Por mi cabeza pasan muchas ideas, pero al final decido que no puedo dejarlos escapar y abro fuego ¡ Ratatatata ! juraba mi AKM. Uno de ellos cae desplomado en el suelo mientras los otros dos corren a esconderse. Sorprendidos se desperdigan por el campamento mientras yo corro hacia una de las grandes torres camufladas cercanas.
Mi corazón late más pausadamente cuando mis 3 compañeros se unen al combate. La superioridad es nuestra ahora. Tras varios minutos tomando posiciones, logramos dominar la zona... se donde están ellos. Esperando a que se pusieran a tiro, un tercer equipo se une a la fiesta. Un oportunista cruza el muro de hormigón e ¡intenta acabar con nuestra presa! Hoy no chaval, hoy no... Tras acertarle 2 tiros en el costado, este espontáneo corre a cubierto y salva su vida mientras los 2 soldados del primer grupo corren hacia el norte a por él.
Parecía que la fiesta se hubiera acabado cuando de repente un superviviente no identificado se acerca hacia el helicóptero accidentado alertado por la gran columna de humo. Este era seguido por otro superviviente de lejos, el cual se quedó en unas rocas parado, a escasos 100 metros de su compañero. Quizás lo está cubriendo, id con cuidado Merchenarios, pensé... Nos quedamos paralizados cuando de repente este empezó a dispararle al que creímos su compañero. Sin pensármelo dos veces y anticipándome unos segundos a mi compañeros Antaliv, le acerté 3 tiros a la espalda a más de 300 metros al falso amigo.
Tras unos segundo estabilizando la zona, vimos a un par de soldados cruzar la zona sur de la base pegados al muro. Decididos a cazarlos, el grupo entero de Merchenarios se abalanzó sobre su última posición...no quedaba nadie allí. Sin perder ni un segundo salimos escopeteados en abanico a buscarlos sin excesivo éxito, así que pasamos al plan B. ¿Donde sería el lugar más lógico para saquear? Sin más preámbulos rastreamos a los fugitivos hasta pasar Vybor, cerca de la base triangular. La falta de previsión de nuestros enemigos los delató a mitad del prado, pudiéndolos avistar con facilidad. En apenas 2 minutos cerramos todas las salidas de la base, poniendo a un hombre armado en cada una. En menos de 5 minutos teníamos la base saqueada y el tipo había muerto.
Decidimos saquear más helicópteros, si bien es cierto que esta mañana había un montón. Volvimos a pasar varios cientos de metros de la base triangular cuando los ojos de halcón de El Maso distinguieron una forma entrando a la base. Ocupamos las posiciones de antes, pero fue demasiado tarde. De nuevo El Maso vio como el superviviente corría hacia el sur, así que nos encaramamos rápido en la montaña. No había ni rastro del hombre... tras unos minutos lo dimos por perdido y continuamos nuestra andadura.
Parecía que la fiesta se hubiera acabado cuando de repente un superviviente no identificado se acerca hacia el helicóptero accidentado alertado por la gran columna de humo. Este era seguido por otro superviviente de lejos, el cual se quedó en unas rocas parado, a escasos 100 metros de su compañero. Quizás lo está cubriendo, id con cuidado Merchenarios, pensé... Nos quedamos paralizados cuando de repente este empezó a dispararle al que creímos su compañero. Sin pensármelo dos veces y anticipándome unos segundos a mi compañeros Antaliv, le acerté 3 tiros a la espalda a más de 300 metros al falso amigo.
Tras unos segundo estabilizando la zona, vimos a un par de soldados cruzar la zona sur de la base pegados al muro. Decididos a cazarlos, el grupo entero de Merchenarios se abalanzó sobre su última posición...no quedaba nadie allí. Sin perder ni un segundo salimos escopeteados en abanico a buscarlos sin excesivo éxito, así que pasamos al plan B. ¿Donde sería el lugar más lógico para saquear? Sin más preámbulos rastreamos a los fugitivos hasta pasar Vybor, cerca de la base triangular. La falta de previsión de nuestros enemigos los delató a mitad del prado, pudiéndolos avistar con facilidad. En apenas 2 minutos cerramos todas las salidas de la base, poniendo a un hombre armado en cada una. En menos de 5 minutos teníamos la base saqueada y el tipo había muerto.
Decidimos saquear más helicópteros, si bien es cierto que esta mañana había un montón. Volvimos a pasar varios cientos de metros de la base triangular cuando los ojos de halcón de El Maso distinguieron una forma entrando a la base. Ocupamos las posiciones de antes, pero fue demasiado tarde. De nuevo El Maso vio como el superviviente corría hacia el sur, así que nos encaramamos rápido en la montaña. No había ni rastro del hombre... tras unos minutos lo dimos por perdido y continuamos nuestra andadura.
La montaña verde
Sin más preambulo nos encontramos atravesando las grandes llanuras que separan Vybor de Green Mountain. Según Antaliv, habían avistado un helicóptero allí, así que él mismo abrió la marcha. Cuando nos encontrábamos a escasos 20 metros de la gran puerta metálica que valla el recinto, Antaliv dio un grito ¡Hay un tio saliendo de Camo! ¡No! ¡Hay tres! nos tiramos al suelo, escondidos en la cuneta de la carretera... La suerte nos sonrió. Tras comprobar que no nos habían visto, los rastreamos varios kilómetros hasta encontrarlos en Putoshka, en la fuente de la Iglesia. Aprovechando que bebían y se recomponían de la caminata cada uno de los dos binomios en los que habíamos separado el grupo tomaba posiciones. Yo, SolaZ, fui el primero en llegar y avistarlos.
Con dos de los tres soldados de pie vigilando y el último bebiendo en la fuente, no podíamos dejar que se escaparan de nuevo, nos había costado demasiado encontrarles. Así que empuñé mi AKM, acoplé mi mira PSO y disparé varias veces sobre el indefenso soldado de la fuente. Su cuerpo inerte cayó al suelo mientras los otros 2 corrían cual gallina sin cabeza. El Maso y Kylyujo les intentaron cortar el paso pero nos encontramos con ellos de cara en un callejón, así que seguimos por el único camino que quedaba, intentando seguir a los fugitivos. Tras unos minutos de búsqueda poco fructuosa, desbaratada por un zombie que pensábamos que perseguía a los supervivientes y solo quería follarse a una vaca, decidimos investigar una casa que desde un inicio nos había parecido sospechosa. En el callejón donde nos encontramos a nuestros compañeros antes y donde habíamos perdido a los fugitivos después del tiroteo, parecía haber movimiento. Tras comprobar que se encontraban escondidos allí dentro, procedimos a rodearla para su aniquilación total.
Con dos de los tres soldados de pie vigilando y el último bebiendo en la fuente, no podíamos dejar que se escaparan de nuevo, nos había costado demasiado encontrarles. Así que empuñé mi AKM, acoplé mi mira PSO y disparé varias veces sobre el indefenso soldado de la fuente. Su cuerpo inerte cayó al suelo mientras los otros 2 corrían cual gallina sin cabeza. El Maso y Kylyujo les intentaron cortar el paso pero nos encontramos con ellos de cara en un callejón, así que seguimos por el único camino que quedaba, intentando seguir a los fugitivos. Tras unos minutos de búsqueda poco fructuosa, desbaratada por un zombie que pensábamos que perseguía a los supervivientes y solo quería follarse a una vaca, decidimos investigar una casa que desde un inicio nos había parecido sospechosa. En el callejón donde nos encontramos a nuestros compañeros antes y donde habíamos perdido a los fugitivos después del tiroteo, parecía haber movimiento. Tras comprobar que se encontraban escondidos allí dentro, procedimos a rodearla para su aniquilación total.
¿Pero no puede salir todo rodado verdad? Ahora es cuando os decimos que todo era un sueño de Resines o que esos dos tortolitos nos mataron a todos ¿verdad? Nada más lejos... lo que ocurrió es que se cayó el servidor y los inteligentes cobardes no se conectaron para morir, eso estaba claro. Además, con la reciente incorporación al grupo de Miguel y Martín, la situación estaba más que controlada. Y aunque me sabe mal por ellos, por que no hayan podido descargar sus armas y su ira contra ningún enemigo solo os puedo decir:
Escrito y dirigido por: SolaZ